El 19 de marzo celebramos la fiesta de San José, este día no solo es un homenaje al esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús, sino también una oportunidad para reflexionar sobre su vida de fe, trabajo y dedicación familiar.
San José es considerado por muchos un modelo de virtud. Su humildad y dedicación a su familia son ejemplo de cómo debemos vivir nuestra fe en lo cotidiano. En la devoción a San José, encontramos una llamada a ser testigos de una fe sólida, a trabajar con esmero en nuestras vocaciones y a cuidar de nuestra familia con amor y respeto.
A través de las oraciones y celebraciones en su honor, renovamos nuestro compromiso con los valores que él representa: humildad, trabajo, servicio y protección. Que la intercesión de San José nos acompañe y nos inspire en nuestro caminar diario, ayudándonos a fortalecer nuestra fe y a ser mejores discípulos de Cristo en el servicio a los demás.